¿Has escuchado el concepto de contacto piel con piel? Te contamos los beneficios de colocar al bebé desnudo en contacto con el torso de la madre o padre.
El amor incondicional de mamá es realmente sorprendente y lo puedes encontrar desde en los detalles más simples, hasta en las situaciones más complejas. La conexión es inmediata, el dar todo por nuestros bebés es algo que hacemos de manera instintiva. Por eso, hoy hablaremos de los beneficios de practicar el contacto piel con piel. Cabe recalcar que esta práctica fortalece el vínculo afectivo tanto de la madre como del bebé.
¿En qué consiste?
El contacto piel con piel temprano consiste en colocar al recién nacido completamente desnudo sobre el torso de la madre, apenas nace o poco tiempo después. En caso de que la madre no pueda por algún procedimiento, es posible que el padre haga contacto piel con piel. Se recomienda prolongar esta práctica durante las siguientes semanas después del parto.
¿Cuáles son los beneficios del contacto piel con piel para el bebé?
- Después del parto, libera oxitocina, ayudando a que el útero de la madre se contraiga reduciendo la hemorragia. Además se genera calor para ambos, empiezan a reconocer el aroma uno del otro y se dispara el instinto del recién nacido para encontrar el pecho.
- Se promueve la lactancia materna y se prolonga la duración de la misma.
- Los bebés que tienen contacto piel con piel, inmediatamente después del parto, regulan su temperatura corporal, ritmo cardíaco y ritmo respiratorio.
- Disminuye los niveles de estrés del recién nacido, bajando los niveles de cortisol en la sangre.
- Los niños se muestran más alertas y se reporta menor depresión en ellos.
- Se mejora el desarrollo neurológico, ya que tienen mejores periodos de sueño.
- Se disminuye el riesgo de infección.
- Disminuyen los episodios de llanto, hay mayor tranquilidad y sueño profundo, ya que el confort brindado por la mamá disminuye la presencia de dolor.
Para la madre también tiene grandes beneficios:
- Estrecha el vínculo entre la madre y el bebé, mostrando mayor afectividad positiva y adaptación a sus hijos.
- Reduce la ansiedad materna y aumenta la receptividad social.
- Disminuye los niveles de depresión postparto, proporcionando sentimientos de amor, confianza y seguridad.
Esta práctica tiene múltiples beneficios a corto y largo plazo, así que busca el contacto piel con piel para generar un mejor apego con tu bebé y fomentar la lactancia materna.