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Categoría: Socioemocional
La feliz llegada del segundo hijo
Kapuyo

La llegada del segundo hijo a la casa es una de las experiencias más maravillosas que una familia puede tener, pero es también un reto en cuanto al manejo emocional del hermano previo.

La llegada de un nuevo bebé a la casa es una de las experiencias más maravillosas que una familia puede tener, pero es también una de las más intensas, es esa que nos hace conscientes de que habrá otro ser humano al que amar, cuidar, guiar, enseñar y apoyar en todas sus necesidades. 

Es de suma importancia que nuestro primer hijo se sienta involucrado en todo el proceso de la llegada de su hermano. Es vital  hablarle de lo que viene, de los cambios que habrán en la casa y en la familia. Debemos lograr que se sienta seguro en todo momento, que sienta que estos cambios no afectarán el amor que sentimos por él y confiar siempre en sus procesos emocionales.

Algunas familias optan por comunicar la emocionante noticia después de la primera ecografía, otras deciden que el primer contacto de los hermanos debe ser cuando se empieza a notar el embarazo, siendo estos tan solo dos ejemplos. Esta  decisión es de cada pareja, pero un error sería ocultarlo, no comunicarlo o decirle pocas semanas antes de que nazca el bebé. Los hermanos deben estar preparados para la llegada de sus nuevos compañeros de vida y, al no involucrarlos en este proceso, los podemos  hacer sufrir. Por el contrario, comunicarlo con naturalidad, tomando en cuenta la edad, personalidad y emociones del niño, puede favorecer la conexión.

Nuestro pequeño podrá mostrarse feliz durante la etapa del embarazo, pero esto no implica  que esté entendiendo lo que le sucederá emocionalmente al momento de la llegada. 

Estas son algunas recomendaciones que podrían ayudar a tu hijo con la llegada de su hermano:

La feliz llegada del segundo hijo

  • Resolver sus dudas sobre los bebés, siempre entendiendo la edad de nuestro pequeño, leer libros relacionados con el tema juntos, enseñarles fotos de ellos cuando eran bebés.
  • Pasar mucho tiempo juntos, esto lo hará sentir amado y cuidado en todo momento. Sabrá así, que siempre estaremos con él. 
  • Es importante afianzar el vínculo afectivo con el padre, es probable que pasen mucho tiempo juntos una vez que el hermanito nazca.
  • Crear momentos especiales entre hermanos. Se puede jugar con muñecos y plantear diferentes escenas, como cambiarle el pañal o calmarlo en brazos.
  • Explicar a detalle el día del nacimiento, que sepa en todo momento dónde estará mamá, cuándo podrá verla y cuándo podrá conocer a su hermano.
  • Escuchar sus inquietudes, establecer una buena comunicación con él y que se sienta seguro y apoyado en todo momento. 
  • Tener contacto físico y acompañamiento emocional.  Es muy posible que esté más nervioso, irritable o inseguro, esto es algo normal así que no te alarmes. 
  • Jugar mucho para compartir y fomentar el vínculo.
  • Hacerlo partícipe  en momentos especiales  relacionados con el nuevo bebé. Puede acompañarte  a las ecografías, comprar juntos cosas para el bebé y que ayude a escoger el nombre.
  • Evitar frases como: estarás muy contento cuando nazca tu hermano, lo vas a cuidar mucho, no hagas ruido porque necesita calma. La idea es no decirle cómo debe sentirse.
  • Dejar los grandes cambios para otro momento, por ejemplo, no dejar el pañal, no meterlo a la escuela justo en ese momento, no cambiarse de casa.

Todo parece estar preparado, pero esto no significa que no habrá un impacto emocional en tu hijo, además de un cambio familiar muy grande. Por eso hay que buscar conectar en todo momento con sus emociones y ser empáticos con él. Es probable que tenga sentimientos de abandono, ya que, en su visión, puede llegar a sentir que será desplazado; esto, en algunas casos, se puede manifestar de las siguientes formas: tener dificultad para dormir, regresiones, hacerse  pipí cuando  ya controlaba esfínteres, podemos notarlo cabizbajo, enfadado, puede buscar estar en brazos y puede también empezar  a molestar al bebé jalándole el pelo o pegándole. Todas estas reacciones son normales, sólo quiere sentirse seguro. Si obtiene amor, atención, cariño y tiempo de calidad, su temor será apaciguado.

Por eso es recomendable cambiar el discurso de hijo mayor e hijo menor a primer hijo, segundo hijo o tercer hijo, esto les ayuda a quitarse las etiquetas y los hace quererse sin limitaciones. Un niño que ha nacido antes que su hermano no es mayor o grande, sigue siendo sólo un niño y sigue teniendo las mismas necesidades emocionales que cualquier otro. Para quitar este estigma en ellos es importante empezar con nosotros como padres; si creemos esto, es muy probable que terminemos  exigiéndoles un nivel de autonomía o responsabilidad del cual todavía no están preparados porque, como hemos dicho anteriormente, son sólo niños. 

Hay que atender las necesidades emocionales, comunicativas y organizativas de nuestro primer hijo, pero primero debes cuidarte tú como mamá, apóyate en tu pareja, familiares y amigos. Atiéndete, debes cuidarte para poder cuidar a otros, de lo contrario, acabarás pasando tus frustraciones a tus hijos.

En realidad dedicarle tiempo, atención y cariño es lo único que necesita para recuperar su dinámica y empezar a ver a su hermano como un miembro más de la familia.

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